jueves, 17 de diciembre de 2015

Todo lo que yo nunca podré ser



Ella está hecha para ti. Es ligera y delicada y la puedas alzar sin el menor esfuerzo. Sus manos encajan con las tuyas, sus labios son tu perdición. Siempre sabe qué decir, siempre sabe cuando callar. Cuando sopla el viento, su cabello baila al ritmo de una canción que solo tú puedes escuchar. Si le entra frío, no tiene que decir nada porque enseguida te das cuenta y la cubres con tu abrigo. No puedes dejar de mirarla y sonreír, ella es una obra de arte. Te atrapó desde el primer momento en que te la presentaron. Te acuerdas del vestido rojo que llevaba y de la primera sonrisa que te dedicó. La coges de la cintura por la calle y se la presentas a todos tus amigos, no puedes sentirte más afortunado de tenerla. Porque sabes que con tan solo respirar todos caen a sus pies y sin embargo, ella te eligió a ti. Es perfecta, la pieza del puzzle que te faltaba. Es todo lo que yo nunca podré ser. Porque  las batallas han curtido mi piel y han dejado cicatrices, porque digo lo que pienso, porque no camino para atraer miradas sino para encontrarme a mí misma, porque no soy melodía, ni cuadro ni poema de nadie. Yo soy la artista.

martes, 15 de diciembre de 2015

Nada más que decir.

"No digas nada al no ser que eso sea más bonito que el silencio."

Queridos amigos, por fin descubrí la verdad. De él, de los hechos y de mi misma. Descubrí todas mis inseguridades y mis miedos, y me lancé al vacío de la cruda realidad que sabía que me esperaba.
También hay que decir que aquel vacío y aquella realidad me eran bien conocidos.
Casi me sabía las palabras que diría, los gestos que haría. Me parecía leerle el pensamiento. Como si fueramos parte de un bucle interminable. De un sufrimiento continuo que se repetía sin fin. Como si fueramos títeres de un cruel guión escrito por un destino amargo pero no incierto.
Y yo siempre víctima de la misma espada, de la misma bala certera en el corazón.
Y os diré que me siento vacía. De sentimientos, de pensamientos.
Tan vacía que dentro de mi se escucha el eco de mi propio silencio.
Porque no. No diré que ya lo sabía. No diré que confié ciegamente en otro ciego. No diré que veía llegar el dolor. No diré que me siento decepcionada. No diré que le di infinitas oportunidades. No diré que trataba de esconder el cuchillo con el que me habían apuñalado. Y tampoco diré que me ha destrozado. Y sobre todo no diré que aun asi le quiero. No diré nada. 
Por fin no tengo nada más que decir.

jueves, 10 de diciembre de 2015

El buen vino.

Y reconozco que él era como el buen vino. Cuanto más tiempo pasaba más rico me sabía. Y embriagaba. Vamos que si embriagaba, su sonrisa y sus besos. Besos que hacían que se me nublara la razón y que me arrepintiera al día siguiente como en la resaca de una mala borrachera.
Y sus recuerdos, vagos y nítidos al mismo tiempo se repiten en mi mente y busco una explicación.
Y aseguro que sentí en mi boca durante meses el dulzón y empalagoso sabor de sus mentiras.
Que al final se tornó amargo. Amargo como la realidad.
Y reconocí que si, que era adicta a ese licor de amor al que sabían sus labios. Y lo dejé.
Y tras meses sin probar aquella dulce agonía logré curarme de aquel mal alcoholismo. Supe aprender a decir no, a decirlo y a cumplirlo.
Y ahora sé que no volveré a tomar de esa maldita copa.
Y si me preguntan aquellos quienes conocían mi mal si dejé ya esa mala costumbre, responderé con nostalgia y alguna lágrima:
- Si, ya lo dejé. Ya no lo amo.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Princesa



Podré construir muros de acero, esconderme en un laberinto de zarzas o tirar la llave de mi corazón al fondo del mar, y aún así, viviré deseando que fundas esos muros, cortes las zarzas y encuentres la llave.
Aunque engañemos al mundo entero, todas tenemos una parte de princesa enamoradiza. Soñamos con conversaciones profundas, besos inesperados y abrazos eternos. A pesar de que sabemos que ningún príncipe azul puede librar nuestras batallas, anhelamos a alguien que cure las heridas de guerra. Alguien que, al volver triste y magullada, nos asegure que todo está bien, alguien que ahuyente las pesadillas. Dicen que una verdad puede quebrar un castillo de mentiras. Contigo siento el seísmo debajo de mis pies, veo cómo todo se desmorona a mi alrededor. No puedo seguir engañándome. No puedo negar la electricidad que recorre mi cuerpo ni el dolor en las mejillas de tanto sonreír. "¿Me quieres?" Me preguntas y a pesar de que  me aterra la respuesta, soy incapaz de mentir. "Te quiero"

viernes, 27 de noviembre de 2015

La estación.

Y esperé. Esperé durante horas en aquella fría estación. Sintiendo como la humedad, la tristeza y la nostalgia me calaban hasta los huesos. Miraba los trenes pasar. Y a la gente. Transeúntes en aquello a lo que llamamos vida. Y entre ellos buscaba tu rostro tan conocido.

Pasaban los trenes y las horas, y también mis ganas de verte. Y cada vez sentía más frío, y más inseguridad. Cada vez dudaba más que regresaras. Y cada vez veía más claras las mentiras. Como si fueran luces de neón anunciando la traición y el engaño.

La gente me miraba con lástima y me sonreían como si quisieran darme ánimos. ¿Ánimos para que? ¿Para seguir esperando o para coger mis cosas y no volver a esperarte nunca más?

No supe adivinarlo. O igual no quería.
Sonó el pitido. Llegaba el último tren y se cerraría la estación. Mi corazón ansioso miraba por las ventanas pasando a gran velocidad, buscando algun rasgo familiar.

El tren disminuía la velocidad. Y asi mismo disminuían mis dudas y mi temor y cada vez sentía más cerca tu regreso.

El tren paró y con él mi corazón y mi respiración. La gente empezó a bajar con rapidez y entonces... me desperté.

Y por fin supe lo que tenía que hacer.

jueves, 12 de noviembre de 2015

La receta.

Creo que me dieron mal la receta.
Durante años intenté asimilar y aprender a cocinar una buena relación y prometo que hasta ahora todavía no la he conseguido. Creo que la gente se guarda el ingrediente secreto, y por eso fallo. O puede que igual sea que simplemente no hago caso a la que me dieron.
Puede que me pase con las cantidades. Echar los ingredientes a ojo nunca se me ha dado bien. Siempre se me va la mano echando seguridad, y a veces reconozco haberme quedado corta con la paciencia.
Y otras veces me confundí y en vez de echar cariño, eché celos, y como dijo una escritora, a la larga amargaron mi mezcla y me dejaron mal sabor de boca.
En ocasiones metí muy pronto la mezcla al horno, sin esperar a que reposara antes. Y otras subí tanto la temperatura que se quemó.
Maldigo mi corazón por tener tanta levadura de ilusiones, que lo inchan y lo inchan, pero luego se desinfla con las decepciones, como un mal soufflé.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Frío

Esta noche hace frío. En esta vida hace frío sin ti. Desaría que estuvieras aqui. Me duele el cuerpo y me tiemblan las manos y las rodillas. Creo que es por tu ausencia.
Tengo fiebre de ti, y además tú eres el antídoto.
Veneno y cura en el mismo frasco.
¿Elixir de besos? Una dosis diaria me recetó el médico.
Metáforas sin sentido que hablan de ti. Y es que en el fondo yo no tengo sentido sin ti. Ni yo ni nada.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Guárdame el secreto.

Y qué habrá pasado, para que ahora, después de tanto tiempo, vuelva a encontrarme aquí. Otra vez. En el mismo punto. Para que tras tan tiempo haya vuelto a este teclado, inhundada de lagrimas y con antojo de ti. De ti o de nosotros. O puede que solo sea que echo de menos el ayer. Un ayer que compartíamos. O a lo mejor extraño el pensar en el mañana que podríamos compartir, pero que sé que no vendrá. No vendrá porque ya no hay casa a la que volver. Ese amor ya no tiene un corazón al que volver. Las ruinas de mi corazón ya no aceptan inquilinos. O igual si. O quizás está esperando a que alguien ponga en orden todas las paredes caidas, y que vuelva a cimentarlo con aquello que llamaban confianza, respeto y verdad.
¿Y cómo he vuelto aquí? Dicen que todos los caminos llevan a Roma, pero a lo mejor todos llevan a nuestras ruinas, que se escriben como Roma pero al revés. O puede que sea yo la que estoy al revés. O puede que simplemente quiera algo que no me atrevo a decir en voz alta. Algo cuyos testigos solo serán este teclado, la pantalla del ordenador y la persona que lea esto. Guárdame el secreto.

《Quizás, solo quiera estar contigo.》

martes, 16 de junio de 2015

¿Cómo olvidarte?


Ama hasta que te duela. Si te duele, es buena señal.- Maria Teresa de Calcuta.
Te escribo en esta noche tan oscura, para decirte que te echo de menos. Sí, ya lo sé. Sé que me decias que no te extrañara. Sé que me decías que en parte te olvidara, que no me atornentara y que continuara mi camino. Pero es que no puedo. ¿Como olvidarte si todo me recuerda a ti? Miro al cielo de día, y te veo. Te veo en las nubes blancas y en el sol del medio día. Y te recuerdo de mi mano paseando aquellas tardes de verano. Miro al cielo por la noche. Veo las estrellas, incontables, infinitas, pero cada una diferente a la anterior. Como tus besos. Y veo la luna también. Tan redonda y bonita, mirándome desde el cielo como tus ojos cuando me suplicabas un beso. También te veo cuando río, en mi sonrisa. Pero también estás presente en cada una de mis lágrimas. ¿Como olvidarte, si estás en todas partes? ¿Como olvidarte? Si ahora lo eres todo, y a la vez no eres nada.

sábado, 13 de junio de 2015

Espejismo.




Nunca había imaginado sentirle tan cerca. Volver a mirar sus ojos penetrantes mirando fijamente a los míos. Y sonriendo. Maldita su sonrisa por encantarme de aquella manera. Y sus abrazos, tan cálidos y seguros. Era como estar dentro de una burbuja, inescrutable para el miedo, las preocupaciones o los problemas. Bendita su forma de secar mis lágrimas. Con su ropa, con sus dedos, con sus labios. Que triste no tenerle. Y que triste sentirle tan cerca, cuando simplemente es un recuerdo convertido en espejismo.

viernes, 12 de junio de 2015

Ayer, hoy o mañana.





"It's hard to breathe with a broken heart".

"Te quiero", llegaste a decirme. Qué bien saben mentir algunos. Esperaba que fuera verdad. Esperaba que, si no me querías ayer, ni me quieres hoy, me querrías mañana. O en otro momento o circunstancia, si te demostraba más, igual en un tiempo... Qué patético, ¿verdad? No sé por qué llegué a creerte.

"Te quiero". Qué agrias suenan tus palabras en mi mente. Qué amarga tu actitud, tu forma de expresarme eso que tú llamas amor. Tal vez ni yo sepa qué es querer, pero definitivamente, no es como tú lo pintas. Si hay algo que tengo claro es que el amor no debería doler.
Tal vez ayer no, ni hoy, ni mañana, pero llegará un día en el que me olvide de ti. Llegará el día que, cuando te vea, no me dolerán los recuerdos. Un día en el que me serás indiferente. No es que quiera olvidarme de ti, pero es que no tengo fuerzas para seguir así. Me haces daño continuamente, y ni siquiera te das cuenta.

"Te quiero", resuena el eco de tu voz en mi cabeza. Te echo tanto de menos que duele. Pero, por desgracia, me dueles más tú que tu ausencia. Me has hecho muy bien, pero a la vez muy mal. Esto último a ratos se me olvida. Es lo que tiene eso que tú llamas amor, ¿no es así?

Seguro que ayer no te diste cuenta. Ni ayer, ni hoy, ni mañana. Pero llegará un día en el que te des cuenta de que yo, sí te quise de verdad. Y ese día, será demasiado tarde.

jueves, 11 de junio de 2015

Fanfic. Tortura de Peeta.


"Somos seres inconstantes y estúpidos con mala memoria y un don para la autodestrucción."  - Sinsajo
El muchacho abrió los ojos y tan solo encontró oscuridad. "Estoy muerto", fue lo primero que pensó. Sentía el frío suelo bajo su cuerpo adolorido y lleno de heridas sucias y sangrientas las cuales no podía ver pero sí sentir con fervor. A su alrededor, oía los pasos cortos y ligeros de algún animal, seguramente una rata. Intentó levantarse, pero apenas tenía fuerzas para ponerse de rodillas. Se llevó la mano a la frente, estaba empapado en sudor y tenía la garganta más seca que los pozos de su distrito en pleno verano. Lo habían tenido casi un día en ayuno.
De repente, la habitación hermética vio la luz. Un viejo robusto entró con un palo de hierro que se iba cambiando de mano. El muchacho lo miró fijamente a los ojos, desafiándolo, demostrándole que ni el miedo, el dolor o el hambre lo romperían.
"¿Vas a decirme dónde está la chica?" Preguntó el viejo con un fuerte acento del Capitolio.
El chico se rió.
"No hay nada que puedas hacer ¿Acaso no ves que la amo, que la protegeré con mi vida?"
"Podría matarte"
"Adelante, sin ella ya estoy muerto"

Lluvia.


Everybody wants happiness, nobody wants pain, but you can't have a rainbow without a little rain.- Anónimo.
Dicen que la lluvia limpia la atmósfera. Que la purifica de los contaminantes del aire, y que nos ayuda a respirar mejor. Podría decir que lo sentí muy cierto esta mañana.
Desde el asiento del autobús miraba la calle. Y cada uno de mis problemas parecían caer al igual que las gotas resbalaban por la ventana. Y desaparecían. Se desvanecían dejando una marca indicando que en algún momento pasaron por ahí. Esa mañana fría, nublada y lluviosa  antes de empezar el verano, me recordó que a veces hay que pasar tormentas justo antes de que salga el sol.

lunes, 8 de junio de 2015

Cara o cruz.

Cuando tiene que decidir el corazón, es mejor que decida la cabeza. - Enrique Jardiel Poncela. 
Nunca he sido muy buena tomando decisiones. ¿Chocolate o vainilla? ¿Blanco o negro? ¿Letras o ciencias? ¿Si o no?
Aprendí a resolverlo con una moneda. Cara: se acabó. Cruz: otra oportunidad. Y la lanzas. Y en ese momento, justo cuando la decisión y la moneda están en el aire, es cuando irrumpe en tu mente el deseo de tu corazón. Cara o cruz. Y es cuando sabes exactamente qué es lo que quieres.

Dos extraños.


El mundo cambia si dos se miran y se reconocen.- Octavio Paz
Es la primera vez que me has mirado a los ojos desde que ocurrió aquello. Y señor, te prometo que se podía escuchar mi corazón partiéndose en pedazos. Que duro es todo sin ti. Te echo tanto de menos. Es en estos momentos cuando no sé si obedecer a mi mente o a mi corazón.
Me siento como si fuéramos dos extraños, en una misma sala pero con mil recuerdos y sentimientos en común.

Volver a encontrarnos.



A veces vale con pasar página. Otras, hace falta quemar el libro entero.- Anónimo.

¿Por qué? Porque tiene que acabar todo asi. Mandando a la mierda, todo, a ti y a nuestros recuerdos. Nuestras cartas, nuestras fotos, nuestra vida juntos. Porque sino, ¿que sentido tiene esto? ¿Que sentido tiene todo? ¿Que sentido tiene quererte si tú  ya no estás? Ojala pudiera romper todo, destrozarlo, destruirlo, eliminarlo. Borrarlo de mi mente y de mi corazón. Desintegrar tus errores, y los míos. Y una vez borrado todo, irme. Irme muy lejos y empezar otra nueva vida. Y quizás, allí volver a encontrarnos.

Siete días sin ti.


365 días sin ti.



Ya van siete días sin ti. Parece ridículo pero creo que me estoy volviendo loca. No puede ser que en tan poco tiempo te eche tantísimo de menos. Qué frágil es la mente humana. Que débil me siento si no estás a mi lado. No pensaba que dependía tanto de ti. Me siento como una drogadicta sin su heroína. Cariño, que tú eras la droga más dulce que había. Nada más verte me llevabas al séptimo cielo, o al octavo que narices. Más allá de preocupaciones. Por encima de todos y de todo. Pero como las peores drogas, me matabas. Eras mi salvavidas y a la vez la roca atada al tobillo que me hundía. Pero amor, morir así era la más perfecta de las muertes. Y moriría mil veces más con tal de ver como me torturas en cada una de ellas. Que triste es sentirme así. Me siento enferma. Me tiemblan las manos y a veces, no vas a creertelo, pero a veces te veo. Te veo viniendome a buscar. O al menos lo deseo. Tengo esa frágil esperanza de volver a verte pronto.
Como he dicho, creo que me estoy volviendo loca. O igual es que me estoy volviendo cuerda y ahora veo la necesidad de tenerte. Me siento como Alicia, ella tan confusa, tan perdida... Como yo sin ti. Quizá me esté volviendo loca. O quizá ya lo estaba. Loca, pero loca por ti, amor.

lunes, 1 de junio de 2015

Querido tú

"Estoy enamorado de ti, y no me apetece privarme del sencillo placer de decir la verdad. Estoy enamorado de ti y sé que el amor es sólo un grito al vacío, que es inevitable el olvido que estamos todos condenados y que llegará el día en que todos nuestros esfuerzos volverán al polvo. Y sé que el sol engullirá la única tierra que vamos a tener, y estoy enamorado de ti" -John Green (Bajo la misma estrella)

Querido tú, el que se queda,
Que el tormento de mi ausencia no moje tus ásperas mejillas pues no me voy sino que como cristal me rompo en mil pedazos. Permaneceré en los aguaceros de verano, seré el abrumador silencio que te acompañe en la soledad, me convertiré en las teclas de tu piano y me encontrarás entre el sueño y el despertar. Mas temo que al recordarme te inunden imágenes de sueros, sangre y sillas de ruedas.
 Por eso pido que te olvides de la angustia, los días grises y las promesas, en tu juicio, no cumplidas. Que el pasado no te retenga, no mueras estando vivo. En mi despedida que no se te ocurra vestirte de negro, sabes que el azul combina mejor con tus ojos. Quiero que vuelvas a dormir noches enteras, que saborees la comida, que encuentres a alguien que te llene la barriga de mariposas y que aprendas lo que significa envejecer. Quiero que vivas por ambos, que seas feliz por ambos.
Te amaré siempre, no lo olvides.

sábado, 30 de mayo de 2015

Siempre.





"Love is a losing game."

- Amy Winehouse 

"Siempre", recuerdo que dijiste. "Siempre", oigo tu voz en mi cabeza. Decías que siempre me querrías. 
Que nunca te irías. 
Recuerdo tus abrazos. Recuerdo los malos momentos llorados sobre tu hombro. Recuerdo tu risa, que sanaba todas mis cicatrices. Todos esos, y más, son buenos recuerdos. Son lo único que me queda de ti. Me gustaría decirte que te echo de menos. Que quiero que todo sea como era antes. Que quiero ver cómo me sonríes.  Pero sé que no puedo volver atrás. El tiempo, es un gran abismo que nos separa. Te he perdido, y no hay vuelta atrás.
Aún así, siempre te recordaré. Tus manos en las mías, tus ojos oscuros y brillantes, que decían más que mil palabras. Sí, aún lo recuerdo todo, como si fuera ayer. A veces duele recordarte, porque sé que no va a volver a haber más recuerdos, pero, de alguna manera, no me importa. Todas las noches, antes de dormir, con los ojos cerrados, imagino tu rostro en mi mente. Te imagino sonriéndome, y sueño contigo, hasta despertarme. Eres como una pesadilla, pero al mismo tiempo, un sueño del que nunca despertaré. No puedo olvidarte. 
Siempre te voy a recordar. Siempre. 


miércoles, 27 de mayo de 2015

Adiós


"Say you're sorry
That face of an angel
Comes out just when you need it to"

- Taylor Swift (White horse)
Cuando lo conocí,  me pasaba las tardes arrancando los pétalos de las margaritas de mi jardín, preguntándome si me quería. Ahora está aquí, delante mío, y lo afirma, lo jura. Mas yo sigo dudando "Me quiere, la quiere a ella, me quiere...". Suplica, se muerde el labio, se pasa las manos por el pelo. "Fue un error" dice. ¿Por qué no pudo haberse dado cuenta antes? "Princesa, lo eres todo para mí". Su voz es dulce, sus palabras agrias. No digo nada, el silencio es el mejor reproche. "Te amo" concluye, como si eso fuese a sanar las heridas, como si él no fuera el culpable de mi tormento. Lo miro y me río, me siento vacía por dentro. La agonía de no saber lo que pienso lo mata, "Di algo por favor". Y esta vez le respondo: "Adiós".

El día que hablé con la muerte.


Terminó la confianza, hay una gran decepción y pronto, morirá el amor.-
Anónimo.
Una vez me encontré con la muerte en un cruce de caminos. Ella, tan destructora como hermosa, me sonrió fríamente y me invitó a merendar. No os culpo por no creerme. La historia es de lo más inverosímil, pero eres totalmente real.
Nos sentamos en una terraza, y con unos zumos en la mesa empezamos a hablar. Ella me preguntó a qué me dedicaba, y tras responder, le pregunté yo también por su trabajo.
Una pregunta rondaba mi mente ¿Cuál era el alma que más le había dolido recoger?
Ella bajó la cabeza y por un instante brilló lo que parecía ser una lágrima, cayendo por su marmólea mejilla.
-Te contaré la historia del asesinato más cruel, y más triste del mundo. El asesinato que más lágrimas hizo derramar; y entre los que he escuchado, el que más me impactó.
La victima era joven. Le quedaban muchas decádas por vivir, muchas cosas que hacer y muchos sueños por cumplir. Los rumores dicen que él sentía que su muerte estaba cerca. Algunos, incluso dicen que había realizado una investigación, que tenía pruebas de lo que iba a acontecer. Pero lo que más inquietaba era que él parecía conocer quienes serían sus asesinos. Él tenía miedo. Cada vez su fin estaba más cerca. Y lo peor; no podía hacer nada para evitarlo.
Una noche, antes de dormir empezó a oir voces. El cuerpo se le puso en tensión, cada músculo era una roca y su corazón latía con descontrol y desenfreno. Pero ¿qué iba a hacer? ¿Escapar todos los días de su vida? ¿O ignorar el hecho de estar apunto de ser asesinado?
Para mi parecer, tomó la decisión más acertada. Se sentó en el suelo, con las piernas recogidas y los brazos cruzados sobre ellas. Y lloró.
Y derrepente, ellas entraron. Calculadoras, frías, retorcidas, crueles... y mortales.
Y en seguida, un grito, un suspiro y un puñal en el pecho. Clavado, sangrante. Y lágrimas en las mejillas. Desbordantes. Inundadas de deseos, anhelos, recuerdos de lo que fue una vida feliz.
Cuando fuí a recoger su alma y a llevármela al más allá para nunca volver, él mismo me contó la historia de su muerte.
La historia de como las decepciones mataron al amor.

martes, 19 de mayo de 2015

Medianoche.


“Y mientras más perdido estoy, más quiero que me encuentres” - J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)

Medianoche. Un grupo de adolescentes con ropa desgastada y corazones de porcelana beben de vasos de plástico en medio de la calle. No recuerdan su última resaca, las amenazas de sus padres ni sus amores efímeros, al menos por ahora. Sienten sus cuerpos despegarse del suelo. Se ríen sin motivo, hablan sin sentido. El mundo es más bonito en su cabeza.
Un chico con heridas en los nudillos saca un cigarrillo y lo enciende con un cutre mechero de los que venden los alumnos del viaje de estudios. Retiene el humo unos segundos, luego lo suelta. A su lado, una muchacha lo mira con ojos dóciles, casi suplicantes, deseando dejar de amarlo en soledad y silencio.

Recuerdos.

"Y diré las palabras que se dicen, y comeré las cosas que se comen, y soñaré las cosas que se sueñan, y sé muy bien que no estarás. No estarás para nada, no serás ni recuerdo, y cuando piense en ti pensaré un pensamiento que oscuramente trata de acordarse de ti..." - Julio Cortázar



Me dolía tanto recordarlo. 
Recordar todo lo bueno que habíamos pasado juntos, también lo malo. 
Me dolía recordarlo con el pelo bien peinado, con las manos limpias y la conciencia tranquila.
Pero dolía mucho más saber que él no recordaba nada, dolía más saber que apenas recordaba quien era antes. 
Antes de aquel accidente.
Estar así, tan cerca y a la vez tan lejos, me consumía el alma.
Pero prefería sentirme desgarrada por dentro antes que perderle para siempre, y con él, mi razón para vivir y cualquier esperanza de recuperarlo.