Ella está hecha para ti. Es ligera y delicada y la puedas alzar sin el menor esfuerzo. Sus manos encajan con las tuyas, sus labios son tu perdición. Siempre sabe qué decir, siempre sabe cuando callar. Cuando sopla el viento, su cabello baila al ritmo de una canción que solo tú puedes escuchar. Si le entra frío, no tiene que decir nada porque enseguida te das cuenta y la cubres con tu abrigo. No puedes dejar de mirarla y sonreír, ella es una obra de arte. Te atrapó desde el primer momento en que te la presentaron. Te acuerdas del vestido rojo que llevaba y de la primera sonrisa que te dedicó. La coges de la cintura por la calle y se la presentas a todos tus amigos, no puedes sentirte más afortunado de tenerla. Porque sabes que con tan solo respirar todos caen a sus pies y sin embargo, ella te eligió a ti. Es perfecta, la pieza del puzzle que te faltaba. Es todo lo que yo nunca podré ser. Porque las batallas han curtido mi piel y han dejado cicatrices, porque digo lo que pienso, porque no camino para atraer miradas sino para encontrarme a mí misma, porque no soy melodía, ni cuadro ni poema de nadie. Yo soy la artista.
jueves, 17 de diciembre de 2015
Todo lo que yo nunca podré ser
Ella está hecha para ti. Es ligera y delicada y la puedas alzar sin el menor esfuerzo. Sus manos encajan con las tuyas, sus labios son tu perdición. Siempre sabe qué decir, siempre sabe cuando callar. Cuando sopla el viento, su cabello baila al ritmo de una canción que solo tú puedes escuchar. Si le entra frío, no tiene que decir nada porque enseguida te das cuenta y la cubres con tu abrigo. No puedes dejar de mirarla y sonreír, ella es una obra de arte. Te atrapó desde el primer momento en que te la presentaron. Te acuerdas del vestido rojo que llevaba y de la primera sonrisa que te dedicó. La coges de la cintura por la calle y se la presentas a todos tus amigos, no puedes sentirte más afortunado de tenerla. Porque sabes que con tan solo respirar todos caen a sus pies y sin embargo, ella te eligió a ti. Es perfecta, la pieza del puzzle que te faltaba. Es todo lo que yo nunca podré ser. Porque las batallas han curtido mi piel y han dejado cicatrices, porque digo lo que pienso, porque no camino para atraer miradas sino para encontrarme a mí misma, porque no soy melodía, ni cuadro ni poema de nadie. Yo soy la artista.
martes, 15 de diciembre de 2015
Nada más que decir.
"No digas nada al no ser que eso sea más bonito que el silencio."
Queridos amigos, por fin descubrí la verdad. De él, de los hechos y de mi misma. Descubrí todas mis inseguridades y mis miedos, y me lancé al vacío de la cruda realidad que sabía que me esperaba.
También hay que decir que aquel vacío y aquella realidad me eran bien conocidos.
Casi me sabía las palabras que diría, los gestos que haría. Me parecía leerle el pensamiento. Como si fueramos parte de un bucle interminable. De un sufrimiento continuo que se repetía sin fin. Como si fueramos títeres de un cruel guión escrito por un destino amargo pero no incierto.
Y yo siempre víctima de la misma espada, de la misma bala certera en el corazón.
Y os diré que me siento vacía. De sentimientos, de pensamientos.
Tan vacía que dentro de mi se escucha el eco de mi propio silencio.
Porque no. No diré que ya lo sabía. No diré que confié ciegamente en otro ciego. No diré que veía llegar el dolor. No diré que me siento decepcionada. No diré que le di infinitas oportunidades. No diré que trataba de esconder el cuchillo con el que me habían apuñalado. Y tampoco diré que me ha destrozado. Y sobre todo no diré que aun asi le quiero. No diré nada.
Por fin no tengo nada más que decir.
jueves, 10 de diciembre de 2015
El buen vino.
Y reconozco que él era como el buen vino. Cuanto más tiempo pasaba más rico me sabía. Y embriagaba. Vamos que si embriagaba, su sonrisa y sus besos. Besos que hacían que se me nublara la razón y que me arrepintiera al día siguiente como en la resaca de una mala borrachera.
Y sus recuerdos, vagos y nítidos al mismo tiempo se repiten en mi mente y busco una explicación.
Y aseguro que sentí en mi boca durante meses el dulzón y empalagoso sabor de sus mentiras.
Que al final se tornó amargo. Amargo como la realidad.
Y reconocí que si, que era adicta a ese licor de amor al que sabían sus labios. Y lo dejé.
Y tras meses sin probar aquella dulce agonía logré curarme de aquel mal alcoholismo. Supe aprender a decir no, a decirlo y a cumplirlo.
Y ahora sé que no volveré a tomar de esa maldita copa.
Y si me preguntan aquellos quienes conocían mi mal si dejé ya esa mala costumbre, responderé con nostalgia y alguna lágrima:
- Si, ya lo dejé. Ya no lo amo.
domingo, 6 de diciembre de 2015
Princesa
Podré construir muros de acero, esconderme en un laberinto de zarzas o tirar la llave de mi corazón al fondo del mar, y aún así, viviré deseando que fundas esos muros, cortes las zarzas y encuentres la llave.
Aunque engañemos al mundo entero, todas tenemos una parte de princesa enamoradiza. Soñamos con conversaciones profundas, besos inesperados y abrazos eternos. A pesar de que sabemos que ningún príncipe azul puede librar nuestras batallas, anhelamos a alguien que cure las heridas de guerra. Alguien que, al volver triste y magullada, nos asegure que todo está bien, alguien que ahuyente las pesadillas. Dicen que una verdad puede quebrar un castillo de mentiras. Contigo siento el seísmo debajo de mis pies, veo cómo todo se desmorona a mi alrededor. No puedo seguir engañándome. No puedo negar la electricidad que recorre mi cuerpo ni el dolor en las mejillas de tanto sonreír. "¿Me quieres?" Me preguntas y a pesar de que me aterra la respuesta, soy incapaz de mentir. "Te quiero"
viernes, 27 de noviembre de 2015
La estación.
Y esperé. Esperé durante horas en aquella fría estación. Sintiendo como la humedad, la tristeza y la nostalgia me calaban hasta los huesos. Miraba los trenes pasar. Y a la gente. Transeúntes en aquello a lo que llamamos vida. Y entre ellos buscaba tu rostro tan conocido.
Pasaban los trenes y las horas, y también mis ganas de verte. Y cada vez sentía más frío, y más inseguridad. Cada vez dudaba más que regresaras. Y cada vez veía más claras las mentiras. Como si fueran luces de neón anunciando la traición y el engaño.
La gente me miraba con lástima y me sonreían como si quisieran darme ánimos. ¿Ánimos para que? ¿Para seguir esperando o para coger mis cosas y no volver a esperarte nunca más?
No supe adivinarlo. O igual no quería.
Sonó el pitido. Llegaba el último tren y se cerraría la estación. Mi corazón ansioso miraba por las ventanas pasando a gran velocidad, buscando algun rasgo familiar.
El tren disminuía la velocidad. Y asi mismo disminuían mis dudas y mi temor y cada vez sentía más cerca tu regreso.
El tren paró y con él mi corazón y mi respiración. La gente empezó a bajar con rapidez y entonces... me desperté.
Y por fin supe lo que tenía que hacer.
jueves, 12 de noviembre de 2015
La receta.
Creo que me dieron mal la receta.
Durante años intenté asimilar y aprender a cocinar una buena relación y prometo que hasta ahora todavía no la he conseguido. Creo que la gente se guarda el ingrediente secreto, y por eso fallo. O puede que igual sea que simplemente no hago caso a la que me dieron.
Puede que me pase con las cantidades. Echar los ingredientes a ojo nunca se me ha dado bien. Siempre se me va la mano echando seguridad, y a veces reconozco haberme quedado corta con la paciencia.
Y otras veces me confundí y en vez de echar cariño, eché celos, y como dijo una escritora, a la larga amargaron mi mezcla y me dejaron mal sabor de boca.
En ocasiones metí muy pronto la mezcla al horno, sin esperar a que reposara antes. Y otras subí tanto la temperatura que se quemó.
Maldigo mi corazón por tener tanta levadura de ilusiones, que lo inchan y lo inchan, pero luego se desinfla con las decepciones, como un mal soufflé.
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Frío
Esta noche hace frío. En esta vida hace frío sin ti. Desaría que estuvieras aqui. Me duele el cuerpo y me tiemblan las manos y las rodillas. Creo que es por tu ausencia.
Tengo fiebre de ti, y además tú eres el antídoto.
Veneno y cura en el mismo frasco.
¿Elixir de besos? Una dosis diaria me recetó el médico.
Metáforas sin sentido que hablan de ti. Y es que en el fondo yo no tengo sentido sin ti. Ni yo ni nada.
miércoles, 4 de noviembre de 2015
Guárdame el secreto.
Y qué habrá pasado, para que ahora, después de tanto tiempo, vuelva a encontrarme aquí. Otra vez. En el mismo punto. Para que tras tan tiempo haya vuelto a este teclado, inhundada de lagrimas y con antojo de ti. De ti o de nosotros. O puede que solo sea que echo de menos el ayer. Un ayer que compartíamos. O a lo mejor extraño el pensar en el mañana que podríamos compartir, pero que sé que no vendrá. No vendrá porque ya no hay casa a la que volver. Ese amor ya no tiene un corazón al que volver. Las ruinas de mi corazón ya no aceptan inquilinos. O igual si. O quizás está esperando a que alguien ponga en orden todas las paredes caidas, y que vuelva a cimentarlo con aquello que llamaban confianza, respeto y verdad.
¿Y cómo he vuelto aquí? Dicen que todos los caminos llevan a Roma, pero a lo mejor todos llevan a nuestras ruinas, que se escriben como Roma pero al revés. O puede que sea yo la que estoy al revés. O puede que simplemente quiera algo que no me atrevo a decir en voz alta. Algo cuyos testigos solo serán este teclado, la pantalla del ordenador y la persona que lea esto. Guárdame el secreto.
《Quizás, solo quiera estar contigo.》
martes, 16 de junio de 2015
¿Cómo olvidarte?
Ama hasta que te duela. Si te duele, es buena señal.- Maria Teresa de Calcuta. |
sábado, 13 de junio de 2015
Espejismo.
viernes, 12 de junio de 2015
Ayer, hoy o mañana.
jueves, 11 de junio de 2015
Fanfic. Tortura de Peeta.
"Somos seres inconstantes y estúpidos con mala memoria y un don para la autodestrucción." - Sinsajo |
De repente, la habitación hermética vio la luz. Un viejo robusto entró con un palo de hierro que se iba cambiando de mano. El muchacho lo miró fijamente a los ojos, desafiándolo, demostrándole que ni el miedo, el dolor o el hambre lo romperían.
"¿Vas a decirme dónde está la chica?" Preguntó el viejo con un fuerte acento del Capitolio.
El chico se rió.
"No hay nada que puedas hacer ¿Acaso no ves que la amo, que la protegeré con mi vida?"
"Podría matarte"
"Adelante, sin ella ya estoy muerto"
Lluvia.
Everybody wants happiness, nobody wants pain, but you can't have a rainbow without a little rain.- Anónimo. |
lunes, 8 de junio de 2015
Cara o cruz.
Cuando tiene que decidir el corazón, es mejor que decida la cabeza. - Enrique Jardiel Poncela. |
Dos extraños.
El mundo cambia si dos se miran y se reconocen.- Octavio Paz |
Volver a encontrarnos.
A veces vale con pasar página. Otras, hace falta quemar el libro entero.- Anónimo. |
Siete días sin ti.
365 días sin ti. |
Como he dicho, creo que me estoy volviendo loca. O igual es que me estoy volviendo cuerda y ahora veo la necesidad de tenerte. Me siento como Alicia, ella tan confusa, tan perdida... Como yo sin ti. Quizá me esté volviendo loca. O quizá ya lo estaba. Loca, pero loca por ti, amor.
lunes, 1 de junio de 2015
Querido tú
Querido tú, el que se queda,
Que el tormento de mi ausencia no moje tus ásperas mejillas pues no me voy sino que como cristal me rompo en mil pedazos. Permaneceré en los aguaceros de verano, seré el abrumador silencio que te acompañe en la soledad, me convertiré en las teclas de tu piano y me encontrarás entre el sueño y el despertar. Mas temo que al recordarme te inunden imágenes de sueros, sangre y sillas de ruedas.
Por eso pido que te olvides de la angustia, los días grises y las promesas, en tu juicio, no cumplidas. Que el pasado no te retenga, no mueras estando vivo. En mi despedida que no se te ocurra vestirte de negro, sabes que el azul combina mejor con tus ojos. Quiero que vuelvas a dormir noches enteras, que saborees la comida, que encuentres a alguien que te llene la barriga de mariposas y que aprendas lo que significa envejecer. Quiero que vivas por ambos, que seas feliz por ambos.
Te amaré siempre, no lo olvides.
sábado, 30 de mayo de 2015
Siempre.
miércoles, 27 de mayo de 2015
Adiós
"Say you're sorry
That face of an angel
Comes out just when you need it to"
- Taylor Swift (White horse) |
El día que hablé con la muerte.
Terminó la confianza, hay una gran decepción y pronto, morirá el amor.- Anónimo. |
Nos sentamos en una terraza, y con unos zumos en la mesa empezamos a hablar. Ella me preguntó a qué me dedicaba, y tras responder, le pregunté yo también por su trabajo.
Una pregunta rondaba mi mente ¿Cuál era el alma que más le había dolido recoger?
Ella bajó la cabeza y por un instante brilló lo que parecía ser una lágrima, cayendo por su marmólea mejilla.
-Te contaré la historia del asesinato más cruel, y más triste del mundo. El asesinato que más lágrimas hizo derramar; y entre los que he escuchado, el que más me impactó.
La victima era joven. Le quedaban muchas decádas por vivir, muchas cosas que hacer y muchos sueños por cumplir. Los rumores dicen que él sentía que su muerte estaba cerca. Algunos, incluso dicen que había realizado una investigación, que tenía pruebas de lo que iba a acontecer. Pero lo que más inquietaba era que él parecía conocer quienes serían sus asesinos. Él tenía miedo. Cada vez su fin estaba más cerca. Y lo peor; no podía hacer nada para evitarlo.
Una noche, antes de dormir empezó a oir voces. El cuerpo se le puso en tensión, cada músculo era una roca y su corazón latía con descontrol y desenfreno. Pero ¿qué iba a hacer? ¿Escapar todos los días de su vida? ¿O ignorar el hecho de estar apunto de ser asesinado?
Para mi parecer, tomó la decisión más acertada. Se sentó en el suelo, con las piernas recogidas y los brazos cruzados sobre ellas. Y lloró.
Y derrepente, ellas entraron. Calculadoras, frías, retorcidas, crueles... y mortales.
Y en seguida, un grito, un suspiro y un puñal en el pecho. Clavado, sangrante. Y lágrimas en las mejillas. Desbordantes. Inundadas de deseos, anhelos, recuerdos de lo que fue una vida feliz.
Cuando fuí a recoger su alma y a llevármela al más allá para nunca volver, él mismo me contó la historia de su muerte.
La historia de como las decepciones mataron al amor.
martes, 19 de mayo de 2015
Medianoche.
“Y mientras más perdido estoy, más quiero que me encuentres” - J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda) |
Medianoche. Un grupo de adolescentes con ropa desgastada y corazones de porcelana beben de vasos de plástico en medio de la calle. No recuerdan su última resaca, las amenazas de sus padres ni sus amores efímeros, al menos por ahora. Sienten sus cuerpos despegarse del suelo. Se ríen sin motivo, hablan sin sentido. El mundo es más bonito en su cabeza.