"No digas nada al no ser que eso sea más bonito que el silencio."
Queridos amigos, por fin descubrí la verdad. De él, de los hechos y de mi misma. Descubrí todas mis inseguridades y mis miedos, y me lancé al vacío de la cruda realidad que sabía que me esperaba.
También hay que decir que aquel vacío y aquella realidad me eran bien conocidos.
Casi me sabía las palabras que diría, los gestos que haría. Me parecía leerle el pensamiento. Como si fueramos parte de un bucle interminable. De un sufrimiento continuo que se repetía sin fin. Como si fueramos títeres de un cruel guión escrito por un destino amargo pero no incierto.
Y yo siempre víctima de la misma espada, de la misma bala certera en el corazón.
Y os diré que me siento vacía. De sentimientos, de pensamientos.
Tan vacía que dentro de mi se escucha el eco de mi propio silencio.
Porque no. No diré que ya lo sabía. No diré que confié ciegamente en otro ciego. No diré que veía llegar el dolor. No diré que me siento decepcionada. No diré que le di infinitas oportunidades. No diré que trataba de esconder el cuchillo con el que me habían apuñalado. Y tampoco diré que me ha destrozado. Y sobre todo no diré que aun asi le quiero. No diré nada.
Por fin no tengo nada más que decir.
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