Y qué habrá pasado, para que ahora, después de tanto tiempo, vuelva a encontrarme aquí. Otra vez. En el mismo punto. Para que tras tan tiempo haya vuelto a este teclado, inhundada de lagrimas y con antojo de ti. De ti o de nosotros. O puede que solo sea que echo de menos el ayer. Un ayer que compartíamos. O a lo mejor extraño el pensar en el mañana que podríamos compartir, pero que sé que no vendrá. No vendrá porque ya no hay casa a la que volver. Ese amor ya no tiene un corazón al que volver. Las ruinas de mi corazón ya no aceptan inquilinos. O igual si. O quizás está esperando a que alguien ponga en orden todas las paredes caidas, y que vuelva a cimentarlo con aquello que llamaban confianza, respeto y verdad.
¿Y cómo he vuelto aquí? Dicen que todos los caminos llevan a Roma, pero a lo mejor todos llevan a nuestras ruinas, que se escriben como Roma pero al revés. O puede que sea yo la que estoy al revés. O puede que simplemente quiera algo que no me atrevo a decir en voz alta. Algo cuyos testigos solo serán este teclado, la pantalla del ordenador y la persona que lea esto. Guárdame el secreto.
《Quizás, solo quiera estar contigo.》
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