domingo, 7 de febrero de 2016

Alguien.



“I don’t want your body but I’m picturing your body with somebody else.”


Salgo de noche, para intentar olvidar.
Para intentar evadirme de todo.
Para perder mi tiempo con desconocidos e imaginar que no lo son. Aunque sólo sea durante unos efímeros instantes.
Río por todo, salto, canto y bailo. Como si nada me importara.
Todos quieren de mí, todos quieren estar conmigo, todos quieren ser príncipes en el cuento que escribiré esta noche.
Termino fijándome en uno de ellos. Un chico alto, de sonrisa cautivadora que sujeta un cigarro entre los dedos índice y corazón. Entre bromas y risas, consigue robarme un beso. Sin saber cómo, al final la que le roba los besos soy yo. "Ojalá te importara tanto como finges", pienso, mirando sus ojos oscuros. Ojalá no tuviera que recurrir a besos de una noche, a frases tontas, previamente practicadas y ya dichas tantas veces a otras chicas que ahora me está dedicando a mí.
Me susurra y me acaricia, casi parece real. Me sorprende lo bien que saben fingir todos. Me sorprende que sea tan jodidamente fácil fingir que te importa alguien.
Se despide, con un último beso. Camino hacia delante, al lado opuesto que él, pensando "no mires, atrás, no mires atrás". Por supuesto, miro. Y él, sigue caminando hacia delante. Sólo veo una figura oscura, alejándose. Y yo sigo, sin volver a mirar atrás.
Ojalá aparezca alguien en mi vida. Alguien que me quiera de verdad. Alguien que me demuestre con hechos y no palabras agridulces. Alguien que sólo me bese a mí. Alguien que mire hacia atrás con la esperanza de que yo también esté mirando.
Alguien que me haga olvidar.
Que me haga evadirme de todo.
Que haga que me enamore de él, y que no tenga que imaginar que me quiere, que no deje lugar para la duda en mí.
Alguien con quien reír por todo, saltar, cantar y bailar.

Alguien que quiera quedarse conmigo, y no irse nunca.

miércoles, 27 de enero de 2016

No te olvides de mí.



No te olvides de mí.
No te olvides de mí, porque yo no puedo hacerlo.
No te atrevas a mirarme con intención de despedirte, si sabes que vas a volver.
¿Por qué no dejas de jugar conmigo y te atreves de una vez por todas a quedarte?
Por muchas palabras que haya intentado decir para desahogarme, por muchas lágrimas que haya derramado pensando que así me iba vaciando del dolor, por mucho que en momentos haya llegado a pensar que te odiaba, no puedo mentirme más a mí misma. No puedo sacarte de mi cabeza.
Has dejado un vacío en mí y un nudo en mi garganta, ahora que te has ido de nuevo.
Eres mi primer aliento cada mañana, y mi último pensamiento cada noche.
Lo eres todo, y a la vez nada.
Sólo quiero pedirte una última cosa: recuérdame.
Recuérdalo todo. A ti. A mí. A nosotros. Todo lo que hemos vivido, todo lo que hemos sentido. Si significó algo para ti alguna vez, si es verdad que me querías, si todas las veces que parecía que te importaba no eran fingidas, por favor,
no me olvides.

jueves, 14 de enero de 2016

Carta a un pequeño corazón roto



Espero que algún día llegues a amarte a ti misma de la forma en que amas a los demás. Con la pasión que hace deslumbrar tus ojos y la locura que te salva de caer en la amarga rutina. Espero que no vivas para ser bonita, que trabajes duro y te llenes de gentileza y bondad. Porque eres puro amor pequeña, hecha con amor, luchando por amor. Pero primero, antes de amar a chicos que prometen sin pensar, debes bailar en bragas, querer tu cuerpo, reírte de tus bromas, saber lo que te gusta y lo que no, lo que quieres y lo que no estás dispuesta a aceptar. Debes aprender a ser responsable de tus actos, a nunca hacerte la víctima y entender que todos tenemos problemas, que no eres el único corazón roto en la habitación.
Espero que te quieras tanto que no te de miedo afrontar la soledad. Espero que te quieras tanto que no temas deshacerte de personas que te hacen daño. Pero de momento, ven, acurrúcate en mis brazos, porque no es cierto que nadie te puede amar sin tú amarte a ti misma.

martes, 5 de enero de 2016

Dos extraños


Me forcé a mí misma a encajar contigo, convirtiéndome en líquido para adaptarme a tus formas, rompiéndome en pedazos para caber en tu mente. Quería quererte y lo conseguí, quería quererte y me hice daño. Pero solo eres un engaño, una imagen, un sueño de trocitos de ilusión pegados con pegamento barato. Eres la estrella fugaz que creí haber visto. Eres esa moneda que tiré a una fuente y acabó oxidada. Lloro por los recuerdos que pudieron haber sido, por las palabras que pudiste haber dicho, por aquellos instantes de felicidad absoluta que logran camuflar todos los demás momentos incómodos y forzados a tu lado. No vas a extrañarme, lo sé y si algún día te encuentro esperando el tren, ni siquiera me vas a saludar. Seremos dos completos extraños compartiendo el recuerdo de los besos, las caricias, las persianas bajadas y las mentiras que les decía a mis padres para verte. Seremos dos extraños, como siempre debimos haber sido.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Todo lo que yo nunca podré ser



Ella está hecha para ti. Es ligera y delicada y la puedas alzar sin el menor esfuerzo. Sus manos encajan con las tuyas, sus labios son tu perdición. Siempre sabe qué decir, siempre sabe cuando callar. Cuando sopla el viento, su cabello baila al ritmo de una canción que solo tú puedes escuchar. Si le entra frío, no tiene que decir nada porque enseguida te das cuenta y la cubres con tu abrigo. No puedes dejar de mirarla y sonreír, ella es una obra de arte. Te atrapó desde el primer momento en que te la presentaron. Te acuerdas del vestido rojo que llevaba y de la primera sonrisa que te dedicó. La coges de la cintura por la calle y se la presentas a todos tus amigos, no puedes sentirte más afortunado de tenerla. Porque sabes que con tan solo respirar todos caen a sus pies y sin embargo, ella te eligió a ti. Es perfecta, la pieza del puzzle que te faltaba. Es todo lo que yo nunca podré ser. Porque  las batallas han curtido mi piel y han dejado cicatrices, porque digo lo que pienso, porque no camino para atraer miradas sino para encontrarme a mí misma, porque no soy melodía, ni cuadro ni poema de nadie. Yo soy la artista.

martes, 15 de diciembre de 2015

Nada más que decir.

"No digas nada al no ser que eso sea más bonito que el silencio."

Queridos amigos, por fin descubrí la verdad. De él, de los hechos y de mi misma. Descubrí todas mis inseguridades y mis miedos, y me lancé al vacío de la cruda realidad que sabía que me esperaba.
También hay que decir que aquel vacío y aquella realidad me eran bien conocidos.
Casi me sabía las palabras que diría, los gestos que haría. Me parecía leerle el pensamiento. Como si fueramos parte de un bucle interminable. De un sufrimiento continuo que se repetía sin fin. Como si fueramos títeres de un cruel guión escrito por un destino amargo pero no incierto.
Y yo siempre víctima de la misma espada, de la misma bala certera en el corazón.
Y os diré que me siento vacía. De sentimientos, de pensamientos.
Tan vacía que dentro de mi se escucha el eco de mi propio silencio.
Porque no. No diré que ya lo sabía. No diré que confié ciegamente en otro ciego. No diré que veía llegar el dolor. No diré que me siento decepcionada. No diré que le di infinitas oportunidades. No diré que trataba de esconder el cuchillo con el que me habían apuñalado. Y tampoco diré que me ha destrozado. Y sobre todo no diré que aun asi le quiero. No diré nada. 
Por fin no tengo nada más que decir.